(Foto por: Pumas Oficial)

S
e disputó el segundo partido de las semifinales del Guardianes 2020 en donde el conjunto universitario recibía a un Cruz Azul que parecía haber definido las eliminatorias en la ida, con marcado de 4-0 a su favor. 
Los Universitarios salían a buscar cuatro goles y que no le marcaran ni uno solo, puesto que un gol de los Cementeros obligarían a hacer seis goles a los locales. 
      Y así fue, el marcador se abrió al minuto 3 cuando Ignacio Dinenno aprovechó un balón suelto dentro del área y no dudó en empujarla al arco; al 37´volvió a parecer en número 9 y al 43´Carlos González con un rebote fortuito logró anotar el tercero para los locales.
Llegó el segundo tiempo y la máquina  se iba con todo en búsqueda de ese gol. Al inicio de los segundos 45´ hubo polémica en un supuesto penal a Pablo Aguilar que el arbitro César Arturo Ramos no duda si quiera en no marcarlo. Así pasó el tiempo, una máquina celeste imprecisa y un conjunto universitario certero en la defensa, hasta que llegó el 88´ en donde Mozo pone un centro al área siendo Juan Pablo Vigón el receptor y el autor del cuarto gol que ilusionaba y mataba casi por completo las esperanzas de los Cementeros.
     El final del partido llegó y los del Pedregal avanzaron a la gran final del fútbol mexicano. Unos Pumas que días antes de que iniciara el torneo se había quedado sin director técnico por la renuncia de Michel; unos Pumas con un plantel cortísimo; unos Pumas que a mitad del torneo tuvieron que jugar con jugadores de la sub-20 por los contagios; unos Pumas sin su mejor hombre, Talavera;  unos Pumas que atraviesan una crisis económica derivada de la pandemia de Covid-19; unos Pumas que nadie daba nada por ellos.
Pumas se ha ganado el respeto de todos los aficionados del fútbol, porque han demostrado que esos problemas no te impiden llegar lejos. No se trata de supersticiones ni de "suerte" sino de mentalidad y eso fue lo que marcó la diferencia.
     Un Cruz Azul confiado "con la final en la bolsa" frente a unos Auriazules ambiciosos y deseosos de llegar al partido más importante del torneo. Y ese siempre ha sido el problema de Cruz Azul, no la directiva, no los jugadores: la mentalidad. 
Por ahora la maquina tendrá que ver la final por la televisión mientras que el conjunto universitario se medirá ante el mejor equipo del torneo regular.



 México, Pumas, Universidad ¡GOYA!